2008/10/08

La situación del delito sexual vista desde la otra orilla

Octubre 8 de 2008

Se ha vuelto común ver por televisión un aumento de noticias de delincuentes capturados por violación, y es ahí cuando uno se pregunta ¿Qué está pasando?, ¿De donde salen tantos violadores?, ¿De cuando acá pasamos de ser narcotraficantes, traquetos, guerrilleros, paracos, a violadores?

Da la impresión que ahora si la justicia está poniendo en cintura a ese tipo de delincuencia común. La impresión que tenemos los que estamos en la otra orilla de esta situación es que existe un grupo de personas oportunistas que con miras a captar votos, aparecen como redentores de los niños y auspician todo tipo de campañas para combatir el delito de tipo sexual.

A ellos no les importan los niños, esos políticos lo que son es oportunistas, ya que se han dado cuenta que lo que más produce rabia es que un hombre adulto viole a un niño inocente. Si fuese así como ellos lo hacen ver, ¿Por qué no encabezan protestas en contra de la pobreza, de la delincuencia juvenil, de la poca cobertura en educación preescolar del Estado, la inexistencia de salud, la malnutrición, el desplazamiento de niños, etc.? Esta si es la verdadera problemática del Estado, hacia ahí es donde todo dirigente político debe aunar sus esfuerzos, lo mismo que la rama judicial.

Por otra parte, tenemos la situación y la actitud de los medios de comunicación, que hambrientos de noticias impactantes y nuevas, exageran los hechos, no importando si los sucesos son ciertos o falsos. Los medios noticiosos han captado que su audiencia está desgastada de las noticias de guerra, muerte, desplazamiento, masacres, secuestrados, etc. Y en cambio, descubrieron que noticias que tienen que ver con la muerte y violación de niños (as), si producen un impacto de estupor en toda la comunidad. He ahí la razón del porque casi todos los días salen noticias relacionadas con niños violados por un adulto cercano, es mentira que este delito se esté incrementando, es mentira que no existan problemas más graves en Colombia.

Lo que pasa es que se está utilizando este para tapar otros más graves como lo son en este momento los falsos positivos de las Fuerzas Militares, la para política, el problema del ministro del Interior Fabio Valencia Cossio.

Se pensará que se está a favor de los violadores, no, ni más faltaba. Toda aquella persona que se investigue y se encuentren pruebas contundentes que demuestren claramente que cometió el delito y que de acuerdo al artículo 7 del código de procedimiento penal “no exista duda”, que le caiga entonces todo el peso de la ley, pero lo que no queremos es que en esta cacería de brujas caiga gente inocente, que es lo que está ocurriendo en la actualidad.

Como producto de la actitud de unos políticos, por un lado y de los medios de comunicación por el otro, surge un tercero: los jueces y fiscales de la República, que presionados por los primeros y la sociedad en general, están condenando a todo aquel que es acusado por delito sexual.

Comparo la situación de los fiscales con la de los militares: están obligados a dar resultados, de ahí la abundancia de falsos positivos, no importando que sean guerrilleros o no; los fiscales están en la misma situación, están obligados a mostrar estadísticas y por eso cometen todo tipo de violación al debido proceso y llevan las de ganar. Peritos a favor de ellos, jueces de garantía e investigadores, ministerio público.

Todo está montado para que casi nadie se salve cuando es acusado de este delito, el fiscal monta toda su parafernalia, pero lo que más hace valer es la versión de los niños (as).

La mayoría de los fiscales y con relación a este delito, son los principales violadores del debido proceso, porque no investigan partiendo del principio de buscar la verdad, no, ellos parten del principio que el hecho se cometió, y lo que hacen es unir pequeños cabos insignificantes y darles una magnificación que no se merece, en aras de mostrar el delito.

En este nuevo sistema penal acusatorio se necesita mucho profesionalismo, mucha infraestructura y cultura investigativa para llegar a una verdad jurídica que encaje con la verdad verdadera (material o real).

El fiscal con la mera denuncia de los adultos, imparte orden de captura y luego lo traslada ante un juez de ‘garantías’ para que se legalice e imputen los cargos sin haber pruebas contundentes.

El Código de Procedimiento Penal o ley 906 de 2004, el manual de abordaje forense, el manual de procedimiento de Fiscalía en el sistema penal acusatorio y el manual de policía judicial dan pautas para que las cosas se hagan como debe ser, es decir, paso a paso. Pero los fiscales pasan por alto esas pautas y como nuestros abogados contratados ni los de la defensoría (mucho menos) no son verdaderos profesionales, ya que no saben la existencia de los anteriores documentos, no hacen la pelea, todo lo contrario, le dicen a su defendido: declárese culpable.

Email: idelfonso@yahoo.es

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