2008/10/28

‘Nada hay en la vida más preciado que la libertad’ (Ho Chi Minh)


Muchos de ustedes conocen mi caso, sólo quiero exponer algunas cosas que por mala información y por generar un índice en el delito de moda en Colombia están sucediendo en nuestras leyes, nuestras cárceles y nuestras familias. 

Según mi proceso penal, estoy sindicado de un delito sexual llamado acceso carnal violento, esto hace más de un año. Estando aquí he aprendido que los delitos sexuales en Colombia se han convertido en la manera más fácil de generar positivos por parte de nuestros entes penales e investigativos y para nuestros medios de comunicación generar un alto rating y tener la excusa perfecta para cubrir muchas noticias que por conveniencia política y nacional, así sean de mucha importancia para nuestra opinión pública, no se deben mostrar.  

Sabemos de los crímenes más aberrantes que divulgados por los medios impactan de la manera más fría y directa hacia nuestras familias colombianas, hasta llegar al punto de pedir una cadena perpetua para violadores y abusadores de niños, cosa que para muchos de nosotros estando privados de la libertad nos puede parecer un castigo ejemplar. 

Pero… ¿donde están los verdaderos casos de este tipo de delitos? No podemos negar que los hay, pero si vamos a la realidad un muy alto porcentaje de las personas sindicadas y hasta condenadas se encuentran en la cárcel, como en mi caso, por una mentira. 

Hemos llegado al colmo de no poder ser afectivos con nuestros propios hijos porque eso se convierte en los llamados actos sexuales ‘tocamientos’, y pues al paso que vamos ya no tendremos raponeros en las calles porque se acusa del hurto, pero se le anexa la tocada de un seno y esto los convierte en violadores. 

Entonces partiendo de las investigaciones que tal vez por un delito tan nuevo, y por el alto porcentaje de acusados, de pronto no tienen la experiencia, los medios y el tiempo para hacer bien su trabajo. 

Nuestros comunicadores que muy directamente inciden en las decisiones de los jueces y fiscales, están presentes a cada momento, tratando de llenar un espacio con el trabajo más mediocre y negligente ya que nunca se ha sabido de la investigación directa, o al menos, una entrevista a los imputados por los supuestos delitos. 

Esto conlleva a las decisiones apresuradas por parte de jueces, quienes se ven forzados por tanta presión a condenar así no haya pruebas contundentes. Son muchos los procesos que sin pruebas en contra están mal juzgados y hasta condenados, pero como se convirtió en la cacería de brujas del siglo XXI en nuestro  país, en un negocio y en un rating. La idea es meter cuanta persona aparezca por un supuesto delito sexual a una cárcel ¿Cuándo se darán cuenta de tantos errores cometidos? 

Yo siendo una persona pública y trabando por más de dieciocho años directamente con personas de todos los estratos sociales, sexos, razas y edades, nunca llegué a pensar estar en una cárcel y mucho menos, por este tipo de delito. Para mi fortuna, me apoyan más de ochocientas personas y lo más irónico es que en su mayoría son mujeres, que saben y conocen quién soy y que nunca he tenido la necesidad de obligar a ninguna a tener sexo conmigo y menos de la manera como me están juzgando, para empezar, me catalogan como una persona no apta para vivir en sociedad, y además de ser un violador, que según lo que dicen, me faltó asesinar a mi supuesta ‘víctima’. 

Me pregunto, un año después donde en ninguna prueba clínica practicada por Medicina Legal y por una EPS se muestra rasgo alguno de violencia, ¿Qué hago en una cárcel pagando un delito que no cometí? 

Esto genera miedo, desesperación y mucha decepción de las leyes que nos rigen, ya que para nadie es fácil estar en una cárcel y mucho menos a sabiendas y con la incertidumbre de tener un llamado de doce a quince años de condena por algo que no se hizo. 

Bueno y que tal si hablamos un poco del hacinamiento que por causa de este delito se está generando en las cárceles. Sólo en el patio tres de la Modelo, que fue diseñado para aproximadamente trescientas personas, habitamos más de setecientos cincuenta internos, que hemos pasado desde dormir en un pasillo en el físico piso frío, esperando un turno para dormir en el piso de una celda y después la mayor comodidad ofrecida… la tan anhelada plancha que es una especie de cama de concreto. 

Poseemos el estigma generado hacia los supuestos violadores, no sólo la opinión pública, que obviamente esta mal informada, sino por los mismos internos por otros delitos, que inconcientemente pueden llegar a estar involucrados con los delitos sexuales si esto sigue con el rumbo que lleva. 

Si hacemos énfasis en las visitas, los ‘violadores’ tienden a ser los más visitados, y no sólo por sus familias y amigos, también vienen sus hijos y en muchas ocasiones, las supuestas víctimas, quienes asisten cada ocho días a visitar a sus ‘victimarios’, haciendo interminables filas con recipientes llenos de comida y algunas tarjetas RT, que son las que nos sirven para llamar por teléfono y para pagar artículos de primera necesidad, entonces es muy irónico que muchas denunciantes vengan al patio de delitos sexuales a hacer la visita conyugal y obviamente, con la esperanza de la pronta libertad para sus parejas, ya que las retractaciones no sirven de mucho y si la intención era dar un castigo ‘temporal’, las cosas aquí cambian y más por este tipo de delitos. 

Ahora sólo nos queda seguir confiando en nuestro Dios con la esperanza de que los jueces tomen una decisión acertada, imparcial y justa para que esta pesadilla que ha hecho daño a tanta gente que me apoya, termine pronto y de alguna manera, pueda demostrar mi inocencia. 

Gracias, 

Jorge Donoso

2008/10/10

Carta abierta de Carlos G

Es importante llamar al pueblo colombiano, a nuestros dirigentes, a los órganos legislativo, ejecutivo, judicial y docente sobre los siguientes puntos.

1) Como decía el señor presidente Álvaro Uribe en su intervención del día 30 de septiembre, en la cual palabras más, palabras menos, considero inoportuna la aprobación de la ley que reglamente la aplicación de la ‘cadena perpetua’ para los delitos sexuales en Colombia, ya que la máxima pena aplicable en el país en Colombia (60 años) es un castigo ejemplar.

2) Esta decisión amerita en ambos sentidos (aprobación o no) un estudio muy amplio sobre muchos temas, aquí sacaremos algunos a colación.

  • ¿Nuestro aparato investigativo está realizando las pesquisas correspondientes de manera objetiva, exhaustiva e imparcial?

Tenemos grandes dudas al respecto, para ilustrarlos mejor, la información de algunos de los casos puntuales se amplía en testimonios aquí encontrados, los cuales son demostrables.

  • ¿Nuestro sistema jurídico está lo suficientemente experimentado y capacitado para el momento de analizar cada caso individualmente y que lo hagan con la presunción inicial de inocencia del acusado?

  • ¿Nuestros medios de comunicación masivos si están siendo objetivos, responsables e imparciales cuando realizan su loable valor periodística, o se están dejando llevar por la subjetividad, el impacto de la primicia y el amarillismo causado por el delito de moda, que como delito en sí y comprobado merece que la (s) persona (s) que cometen este tipo de crímenes les caiga todo el precio de la ley?

  • ¿Nuestros medios publicitarios se preocupan en estudiar la incidencia de sus campañas en el temprano despertar del apetito sexual de nuestros menores?

Si miramos detenidamente el afán de vender un producto, sólo encontramos las modelos sugestivas, los desfiles y la farándula acelerando estos procesos creando la curiosidad y transversando la información.

  • ¿Nuestros docentes están capacitando realmente a sus estudiantes? Quienes con el avance tan acelerado de la tecnología, pero a su vez es tan erróneo por la invasión de la pornografía en Internet más la coacción de los medios de comunicación y la publicidad están influyendo en el desarrollo sexual, social y educativo.
  • ¿Nuestros padres y nuestras familias tienen la experiencia y el conocimiento para manejar estas situaciones, viniendo de un arraigo cultural donde generaciones anteriores practicaban matrimonios y hogares formados a muy tempranas edades? ¿Tienen el tiempo disponible para cuidar, enseñar y proteger a sus hijos?
  • ¿El monopolio y la manipulación alimenticia cumple con los parámetros reglamentarios en la producción acelerada de los productos?

El afán de la venta de productos cárnicos, lácteos y vegetales genera el uso abusivo de concentrados con hormonas y anabólicos dirigidos que ocasionan cambios físicos y psicológicos a nuestros menores, variando el desarrollo somático de las personas.

  • De acuerdo al impulso que algunos de nuestros legisladores le quieren dar a esta ley (cadena perpetua), están buscando los resultados finales del mal de una forma indiscriminada, y estigmatizando aún más a las personas acusadas (justa o injustamente) por el tipo de delitos, pero la raíz del problema sigue incólume (Falta de educación, de asesoría en el campo de la violencia intrafamiliar, falta de un estudio sociocultural y económico, que a todas luces genera ignorancia por no tener recursos educativos).

  • Es importantísimo que tengamos presente que a este problema hay que encontrarle situaciones de tipo integral, como son la prevención que es fundamental, ‘es mejor prevenir que lamentar’. Las sanciones penales son básicas, pero si nos centramos sólo en ellas, creemos que el avance en la solución definitiva de esta situación, está lejana.

La tergiversación y el facilismo de muchos entes obliga de una manera muy directa a la aceptación de cargos por delitos no cometidos por la necesidad de demostrar positivos que son avalados por nuestros políticos y medios para tratar de justificar que el aislamiento de las cárceles ocasionado por las capturas de la gran cantidad de supuestos violadores, es la solución al problema.

Extendemos una invitación abierta a las personas que están a favor o en contra de los delitos sexuales en Colombia y la cadena perpetua para que se documenten y emitan sus conceptos.

En ningún momento queremos o tenemos la intención de defender o justificar el delito como tal, pero si pretendemos mostrar la realidad del flagelo que está desestabilizando nuestra sociedad y nuestras familias.

Carlos G.

2008/10/08

La situación del delito sexual vista desde la otra orilla

Octubre 8 de 2008

Se ha vuelto común ver por televisión un aumento de noticias de delincuentes capturados por violación, y es ahí cuando uno se pregunta ¿Qué está pasando?, ¿De donde salen tantos violadores?, ¿De cuando acá pasamos de ser narcotraficantes, traquetos, guerrilleros, paracos, a violadores?

Da la impresión que ahora si la justicia está poniendo en cintura a ese tipo de delincuencia común. La impresión que tenemos los que estamos en la otra orilla de esta situación es que existe un grupo de personas oportunistas que con miras a captar votos, aparecen como redentores de los niños y auspician todo tipo de campañas para combatir el delito de tipo sexual.

A ellos no les importan los niños, esos políticos lo que son es oportunistas, ya que se han dado cuenta que lo que más produce rabia es que un hombre adulto viole a un niño inocente. Si fuese así como ellos lo hacen ver, ¿Por qué no encabezan protestas en contra de la pobreza, de la delincuencia juvenil, de la poca cobertura en educación preescolar del Estado, la inexistencia de salud, la malnutrición, el desplazamiento de niños, etc.? Esta si es la verdadera problemática del Estado, hacia ahí es donde todo dirigente político debe aunar sus esfuerzos, lo mismo que la rama judicial.

Por otra parte, tenemos la situación y la actitud de los medios de comunicación, que hambrientos de noticias impactantes y nuevas, exageran los hechos, no importando si los sucesos son ciertos o falsos. Los medios noticiosos han captado que su audiencia está desgastada de las noticias de guerra, muerte, desplazamiento, masacres, secuestrados, etc. Y en cambio, descubrieron que noticias que tienen que ver con la muerte y violación de niños (as), si producen un impacto de estupor en toda la comunidad. He ahí la razón del porque casi todos los días salen noticias relacionadas con niños violados por un adulto cercano, es mentira que este delito se esté incrementando, es mentira que no existan problemas más graves en Colombia.

Lo que pasa es que se está utilizando este para tapar otros más graves como lo son en este momento los falsos positivos de las Fuerzas Militares, la para política, el problema del ministro del Interior Fabio Valencia Cossio.

Se pensará que se está a favor de los violadores, no, ni más faltaba. Toda aquella persona que se investigue y se encuentren pruebas contundentes que demuestren claramente que cometió el delito y que de acuerdo al artículo 7 del código de procedimiento penal “no exista duda”, que le caiga entonces todo el peso de la ley, pero lo que no queremos es que en esta cacería de brujas caiga gente inocente, que es lo que está ocurriendo en la actualidad.

Como producto de la actitud de unos políticos, por un lado y de los medios de comunicación por el otro, surge un tercero: los jueces y fiscales de la República, que presionados por los primeros y la sociedad en general, están condenando a todo aquel que es acusado por delito sexual.

Comparo la situación de los fiscales con la de los militares: están obligados a dar resultados, de ahí la abundancia de falsos positivos, no importando que sean guerrilleros o no; los fiscales están en la misma situación, están obligados a mostrar estadísticas y por eso cometen todo tipo de violación al debido proceso y llevan las de ganar. Peritos a favor de ellos, jueces de garantía e investigadores, ministerio público.

Todo está montado para que casi nadie se salve cuando es acusado de este delito, el fiscal monta toda su parafernalia, pero lo que más hace valer es la versión de los niños (as).

La mayoría de los fiscales y con relación a este delito, son los principales violadores del debido proceso, porque no investigan partiendo del principio de buscar la verdad, no, ellos parten del principio que el hecho se cometió, y lo que hacen es unir pequeños cabos insignificantes y darles una magnificación que no se merece, en aras de mostrar el delito.

En este nuevo sistema penal acusatorio se necesita mucho profesionalismo, mucha infraestructura y cultura investigativa para llegar a una verdad jurídica que encaje con la verdad verdadera (material o real).

El fiscal con la mera denuncia de los adultos, imparte orden de captura y luego lo traslada ante un juez de ‘garantías’ para que se legalice e imputen los cargos sin haber pruebas contundentes.

El Código de Procedimiento Penal o ley 906 de 2004, el manual de abordaje forense, el manual de procedimiento de Fiscalía en el sistema penal acusatorio y el manual de policía judicial dan pautas para que las cosas se hagan como debe ser, es decir, paso a paso. Pero los fiscales pasan por alto esas pautas y como nuestros abogados contratados ni los de la defensoría (mucho menos) no son verdaderos profesionales, ya que no saben la existencia de los anteriores documentos, no hacen la pelea, todo lo contrario, le dicen a su defendido: declárese culpable.

Email: idelfonso@yahoo.es

2008/10/01

Delito Sexual en Colombia. Aumento de Penas – Aumento del Delito

Es una realidad que en Colombia como en el mundo entero se presentan situaciones reprochables y condenables desde el punto de vista inmoral y sexual, con efectos penales.

Pero es importante también observar y notar que en los últimos 15 años las penas para esta clase de delitos han sido aumentadas considerablemente a años significativos de prisión, para quien pierde su libertad y es condenado.

En el lenguaje carcelario toda persona que se vea involucrada en algún señalamiento referido a delito sexual es un violador y desde el momento de su captura aún antes de un juicio justo. Estos nuevos internos tienen que ir a un patio especial, ya que en los otros patios son duramente golpeados y hasta pueden ser ajusticiados y muertos por otros reclusos.

Es cierto y de reconocer que verdaderamente hay casos escabrosos de violación sexual a mujeres y a menores de edad, comprobados por Medicina Legal y verificados científicamente, casos que justifican tratamiento carcelario, atención médico psiquiatrica y psicológica del victimario para que en su futura libertad no reincida.

El caso Garavito y la Inquisición de los Delitos Sexuales

Hoy en día hay personas, grupos políticos y religiosos que sacan provecho electoral y económico del tema de los delitos sexuales, y teniendo ellos eco en los medios de comunicación, aprovechan cada escándalo para ganara audiencia y seguidores, habiéndose convertido este tema en un fenómeno bochornoso e inmoral por parte de quienes sacan dividendos del mismo.

Presionados por lo anterior, Fiscales y jueces envían a la cárcel a todo ciudadano que cualquiera, y aun con argumentos débiles y sin pruebas contundentes y en gran parte con versiones contradictorias de las supuestas victimas, y se emiten argumentos acusatorios y condenas severas, mas que todo, satisfacer a los medios de comunicación que mantienen permanentemente avivada su hoguera inquisitoria, ante la opinión publica, igualmente este delito fue estratificado para los estratos 1 – 2 – 3 y hasta 4 del estrato 5 y 6 poco se sabe porque también existen fiscales y jueces corruptos que ante el soborno son complacientes, es decir este delito no es para la alta sociedad no existe, los de estrato 5 y 6 también los medios guardan silencio y son cómplices.

El debate publico, sobre los delitos sexual es siempre estará abierto, y no puede quedar supeditado a un solo sector de la sociedad que pretenda beneficiarse electoral y económicamente, que sutil y maquiavélicamente maneja a través de los medios de comunicación corrientes ignorantes del tema, en la opinión publica es necesario establecer penas fuertes en su máxima expresión, para personas reincidentes, pero esas penas deben ir acompañadas de tratamientos médicos, psiquiátricos y psicológicos, esto en casos de violaciones en la redundancia “violentas e infames” comprobadas eficazmente por médicos legista.

En los casos de abusos sexuales, acosos e injurias se deben establecer penas promedios que permitan una resocialización adecuada de los culpables con alternativas de una justicia restaurativa, con penas más severas para quienes vuelvan a reincidir en estas conductas.

Más que tener que enviar miles de personas a la cárcel es necesario hacer campañas de prevención e información sobre las leyes, sobre los delitos sexuales en Colombia, igualmente se deben observar las costumbres culturales, y los aspectos sociales, combatir la pornografía empotrada en telenovelas, fotos de periódicos, bajarle el tono a la sexualidad morbosa, que pudre las mentes sanas de nuestro país.

Los que ahora se llaman actos abusivos, o actos en el idioma legal, son difíciles de probar y se recurre entonces al psicólogo quien por lo general hace una entrevista de menos de una hora y prepara el libreto, cuando es menor de edad luego timan al menor diciendo lo que le han preparado con anterioridad esa es la máxima prueba para fiscales que en su mayoría con preguntas inducidas.

Hay sectores políticos, buscando simpatías ya lo han hecho pese a el aumento de penas, ahora quieren pena de muerte o cadena perpetua, para agrandar el espectáculo de circo romano, que los medios de comunicación en su mayoría hacen con casos para ellos espectaculares.

Estando de acuerdo que el delito sexual si existe, este no ha sido clasificado, la fiscalía se demora hasta 5 años sin mover las denuncias, luego las ventilan cuando ya los involucrados tienen victimas y victimarios no recuerdan con exactitud las circunstancias de los hechos a juzgarse.

Se ejercen presiones indebidas sobre núcleos familiares se les promete asistencia de bienestar familiar cuando hay menores involucrados, pero a mas de haber la figura de un abogado en juicio, que se convierte en otro fiscal nunca hay un apoyo de trabajo social ni económico cuando son progenitores los encarcelados.

Reflexión de César Germán Gutiérrez Reyes

En Colombia la justicia a querido brindar posibilidades de reducción de penas a las per5sonas que por x o y motivo han / o no cometido algún delito, y en su afán de “justicia” se han encontrado una gran piedra de tropiezo y lo mas increíble a la vista de ellos no es tropiezo es una justicia mas ágil.

Sin embargo en el otro banco se encuentran las personas a juzgar, personas que en su mayoría no han cometido ningún delito pero el demostrar su inocencia es un largo proceso y encuentran la presión de aceptar y salir en corto tiempo o luchar por su inocencia sin importar el largo tiempo que esto conlleve.

Si una persona entra en la presión de escuchar todos los cargos que la fiscalía dicta y sin importar que tan culpable o tan inocente sea el sentir que su vida se puede acabar en un encierro, el ver como pueden pasar días meses o años en una cárcel privados de su libertad y lejos de sus familias buscaran una salida y encuentran en la fiscalía beneficios que le brindan una pequeña luz de esperanza, sin importar que su vida, su nombre quedaran manchados y ante la sociedad siempre será un delincuente aceptar los cargos todo sea por una pronta libertad.

Al aceptar cargos pasamos a otra instancia y es el acabar con la moral y la honra de una persona ante esta sociedad que con gran facilidad juzga sin tan siquiera acercarse a la realidad de un caso que para muchos puede ser culpable solo por una versión o por una persona inescrupulosa que busca – y con gran acierto – acabar con la vida de una persona.

¿Que pasara con una persona condenada inocentemente?

¿Acaso el aceptar cargos para reducir una condena lo hará menos culpable ante la sociedad?

¿O vale la pena pelear por su honra y su nombre sin importar cuantos años de sus vidas y la vida de su familia sacrifique por esta inocencia?

César Germán Gutiérrez Reyes

El caso de Jorge Peñuela

Tras un matrimonio de 12 años, cinco de los últimos en franca decadencia, nacieron mis dos bebés Mariana y Sara, quienes de inmediato se convirtieron en la ilusión de mi vida. Sin embargo, y dado el desamor que se había apoderado de mi matrimonio, en gran parte debido a unos celos enfermizos de la mamá de mis hijas, me enamoré de una mujer maravillosa.

Le dije a mi esposa en ese entonces que necesitaba un tiempo para pensar, ante lo cual ella respondió con agresividad que se imaginaba que había otra mujer en mi vida y que si me iba, jamás me iba a dejar volver a la casa ni a ver a mis hijas.

Dicho y hecho, a los 8 días de mí salida de la casa (que fueron de insultos e improperios), me llamó curiosamente conciliadora y dulce para que recogiera a mis bebés en el jardín infantil y pasara la tarde con ellas. Así ocurrió, recogí a mis muñequitas y nos fuimos a mi casa materna, en donde nos esperaba mi madre, mi hermana y su novio (profesional de la medicina como yo) y pasamos una tarde maravillosa.

A los 4 días recibo una citación de una comisaría de familia que me impedía volver a ver a mis bebés y/o tener cualquier contacto con ellas por una denuncia interpuesta por la madre de las niñas por un supuesto abuso sexual (tocamientos) de mi parte hacia mis bebés ¡En presencia de mi propia madre y mi hermana!

La investigación de la Fiscalía se extendió por más de dos años, durante los cuales no he podido ver a mis hijas y/o hablarles siquiera, y tras este largo periodo, deciden llevarme a juicio por conocidas presiones políticas de concejalas de Bogotá y de la dirección de la Fiscalía General de la Nación.

Ahora me encuentro en la cárcel, porque me convertí en un súbito peligro para la sociedad (en más de 24 meses de investigación, nunca fui un peligro para nadie) y además me convertí en el chivo expiatorio de una ley que busca mostrar “resultados positivos” y dividendos políticos.

Jorge Peñuela